(la leyenda)

lunes, noviembre 10, 2008

Amor, la fiesta terminó

Quería escribir muchas cosas tras esto, mostrar en dos frases de esas certeras justo lo que siento y adornarlo con varias sentencias al límite, vaciarme de angustia y dormir tranquilo.

Simplemente no puedo, o realmente ya no me hace falta. Por eso, o porque no he bebido casi nada, el ingenio sigue dormido cinco minutos después de empezar a llamarlo.

Sigo aprendiendo a conocer la vida, pero no sé si llegaré a la última lección.

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