(la leyenda)

sábado, mayo 17, 2008

Puntos de no retorno

Como aquella despedida (la de verdad) en una noche gélida: Los retrovisores de mi Honda cubiertos de hielo en un símil exacto de mi vida. Sólo tus labios cálidos me reconfortaron en aquel momento, pero fueron el ultimo trago de la cantimplora cuando sabes que te queda todo un Gobi por cruzar.

Como lo de hoy: Un episodio intrascendente a los ojos de cualquiera pero que tú reconoces cargado de simbología (de la que duele). El fin último y definitivo de un pasado que permanecía inconcluso a la espera de algo así.

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