A estas alturas debe resultar evidente, incluso para mis lectores ocasionales (en caso de que los haya), que no inicié la elaboración de este blog de forma casual. Aunque así parecían sugerirlo mis primeros comentarios, bajo esa inicial apariencia se escondía una necesidad vital largo tiempo reprimida que a través de los posts ha ido saliendo a flote. Sé que en otras circunstancias personales nunca hubiera escrito algo así. Normalmente cuando me siento feliz soy poco dado a la creación (si se me permite la licencia de llamarle "creación" a esto).
En pocas palabras, el blog me está ahorrando la tarifa del psicólogo.
En este sentido, he de decir que hoy estabas guapísima. No me ha dado tiempo a decírtelo, pero quería que lo supieras, aunque probablemente nunca leerás este blog. Te hubiera dicho otras muchas cosas también, aunque dudo de la conveniencia de esas declaraciones. Últimamente siempre vas con prisa, como queriendo huir. Queda, no obstante, la promesa (ya van ¿cuántas?) de que nos veremos pronto otra vez, con más tiempo.
Pasando a temas más mundanos y, por cerrar hilos abiertos en anteriores posts, la declaración del IRPF me ha salido positiva. Tal y cómo sospechaba me toca pagar, y la cantidad no es despreciable.
Ah, y hace pocos días me encontré con mi amor platónico de adolescencia, poco después de escribir el comentario que recordaréis. Es curioso como la vida plantea a veces sus casualidades. Ella estaba guapa, la verdad; y el saludo fue más caluroso de lo que yo esperaba. No se puede hablar siquiera de rescoldo en este caso, aunque sí de un cierto cariño que perdurará siempre, a pesar de la disparidad de caminos que han tomado nuestras vidas.
(la leyenda)
lunes, junio 13, 2005
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5 comentarios:
Algunos amores de la adolescencia son muy tiernos, hace mucha ilusión encontrárselos por ahí. Además yo suelo encontrármelos en Teruel en Vaquillas, y el ambiente es siempre distendido y agradable
"distendido y agradable" = "con la cogorza que llevo hasta nos damos picos"
ah, y vuelvo a ser el hombre desactualizado... lo digo por la primera parte del post... ánimo, quinin!
No hay mucho misterio, un simple encuentro casual.
amor-feos, qué forma de malinterpretar lo que es un tierno recuerdo...
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